No es un blog de recetas

Este no es, ni pretende ser, un Blog de recetas. Sino una lista de esfuerzos por recrear las virtudes de mi abuela para cocinar y una excusa para hablar sobre ella.

domingo, 29 de mayo de 2011

7/300 Canelones de choclo y salsa Bechamel

Cumplí y preparé los canelones de choclo. Fáciles, rápidos y super baratos. Además, seguro que tenés todo en la alacena para hacerlos. Los panqueques eran los que había cocinado con la leche vencida y tenía frizados. El relleno sólo lleva choclo, cebolla dorada en manteca y una cucharada de harina. Increíble esto de dorar en manteca. In your face, Ravenna! El perfume de la manteca cuando empieza a derretirse es lujurioso, hasta el olor engorda. Creo que es la primera vez que lo hago, sé que se puede reemplazar por aceite, pero de una vez por todas quería hacer una receta exactamente igual que como se detalla en el libro.


Este es el cuchillo que mi cuñada, una cocinera de verdad, le regaló a mi marido para su cumpleaños. Es de porcelana, con un filo muy peligroso. Lo estrené para picar la cebolla, decía “picar fino” no me quedó muy fina, pero creo que es por esta manía de usar guantes de látex para que no me quede olor en las manos durante un mes.


Los ingredientes. Esta vez usé el harina leudante que tenía. Ninguna preparación dice “usar harina leudante”, pero no quiero que termine vencida y en el tacho de la basura.





Un camino de ida: freír la manteca.



De forma simultánea cociné el relleno y la salsa blanca “Bechamel”. La salsa se ve con muchos grumos, pero después de agregar leche y revolver sin parar, quedó bien. Eso sí, mejor usar utensilios de madera si los vas a dejar en la olla/ sartén, la recientemente comprada espátula de plástico casi se derrite.


Esto de cocinar “en simultáneo” requiere de mucho esfuerzo para una inexperta y distraída como yo. Estoy muy conforme con los resultados (no haber incendiado la casa, por ejemplo).


Mientras mi hija miraba sentada en una banqueta, yo enrollaba panqueques con el choclo. La próxima vez, voy a calentar los panqueques para que estén un poco más elásticos, así no se parten cuando los doblo. Claro que necesitaría otra sartén de teflón porque la única que tengo estaba en uso.

La salsa blanca debía ser “liviana”. No me salió. Es que no había lugar en la sartén para agregar más leche.


A mi hija le encantaron y a mi marido no. Pero ya sabemos que no sabe comer otra cosa que no sea carne, y sushi.

2 comentarios:

  1. Me encanto tu explicación!! Mañana pruebo la receta. Muchas gracias!

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  2. Holaa me encantó... Yo tengo el libro que era de mi mamá.. Y siempre era su guía a la hora de cocinar...

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